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Buscar el equilibrio entre cuerpo y mente: el yoga es popular en todos los grupos de edad, especialmente entre los mayores de 60 años, ¡y eso se explica bien!
Mucha gente sigue pensando que el yoga requiere músculos flexibles, un equilibrio excepcional y resistencia para adoptar todas las posturas con flexibilidad. Sin embargo, como ocurre con cualquier deporte o afición: todo depende de lo que saques de ello para ti. A menudo, escuchar a tu propio cuerpo, a tu "mente" y a tus límites es el mayor reto y la lección más importante. Bonito efecto secundario: mejoras automáticamente paso a paso en cosas que antes no creías poder hacer.
Con toda la atención
Tanto si practica una forma de yoga en la que se tumba en posturas durante mucho tiempo para estirar los músculos (yin), cambios de postura fluidos como el conocido saludo al sol (flow) o sentado en su silla haciendo ejercicios tranquilos de yoga (yoga en silla); hay una forma adecuada para todos. Si te centras en la respiración y aprendes a aceptar los pensamientos o las sensaciones en lugar de distraerte con ellos, podrás liberar más espacio para sentir lo que te pide el cuerpo o la mente. Te vuelves más consciente de tu propio cuerpo y postura, lo que te permite cuidar mejor tus músculos. A veces oirás que concentrarse en la respiración resulta incómodo para alguien, intenta no forzar este ritmo, con el tiempo te darás cuenta de que inhalar y exhalar encaja lógicamente con un movimiento y de hecho resulta natural.
Mejor en cuerpo, más fuerte en mente
Si preguntas a la gente qué nota después de una sesión de yoga, a menudo oirás que experimenta menos estrés, está más tranquila y tiene una sensación de mayor satisfacción y conexión. Las investigaciones científicas demuestran que practicar yoga tiene un fuerte efecto positivo sobre los síntomas de ansiedad, la concentración y las funciones de la memoria. Pero la cosa no queda ahí. Las investigaciones dirigidas específicamente a personas mayores de 60 años demuestran que el yoga también contribuye eficazmente a mejorar: (la variación de) la frecuencia cardiaca, la presión arterial, los niveles de glucosa en sangre, la movilidad y la fuerza muscular, la calidad del sueño, las dolencias relacionadas con la incontinencia, la vitalidad y la calidad de vida percibida en general. ¡Vaya argumentos! Y à si aún te preocupan tus músculos, haz una sesión de yoga-FIT...